«Diez minutos no son sólo una sexta parte de un salario por hora; una fracción de diez minutos es un pedazo de ti mismo. Divídete en diez unidades y sacrifica los menos que puedas en actividades sin sentido. Todavía queda mucho por hacer».
Ingvar Kamprad, fundador de Ikea
Interceptar el cielo. Obviar los espacios vacíos. (Total, no son.) Llenarlo todo. El póstumo sopor de los ahorcados que cuelgan de sus vidas. Volar siempre hacia arriba. Callar el peso. Eximir los daños. Ofrecer la otra cuella. Llamar a la esclavitud, trabajo, la oportunidad de mi vida, ver en el descanso un pequeño egoísmo, como un libro perdonando a un árbol. Presumir de yugo. Comparar grilletes. Ganar cuando alguien pierde. Y un marzo no cualquiera, de repente, que esta alma recién mía no me quepa en esta recién mía cuerpa, porque recién mío tiempo; la alegría de la estenotipia rompiendo el foco helado del silencio como charco en forma de corona. Volver a ese ver a dios(as) en todas las cosas, hacer barricada del paréntesis, ay, sí, amaneció mientras corríamos en el metro de lunes a viernes de lunes a viernes de lunes a viernes (¿por qué es ganar cuando alguien pierde?) arbeit: trabajo, profanación del cuerpo; macht frei: os hará libres, libres ¿de qué? Quedarse adentro y encontrar en mí, los latifundios del pensamiento único, en mí, los australes incendios incontrolables, en mí, el fracking tirando de sueños para aguantar despierta; tanto equilibrio deshecho, tanta migración forzada, tantas especies muertas; mi mente creyéndose cap-i-tal y plusvalía y fuerza de trabajo; la precariedad, el verso suelto de la cadena trófica. Pero la Tierra mirándome no sé si como madre, como hija, como abuela o rehén. ¿Ser útil? ¿A quién? Tocar el volumen del tiempo recién propio (cómo pesa en las manos cual cachorro caliente), aprender a conjugarlo pronominalmente: yo me tiempo tú te tiempas él se tiempa nosotrxs ¡ay!, nosotrxs no mártires, no sacríficies, no salvádores de los abismos de la marca. ¡No! Donde tocamos un muro, había tan solo dibujada una línea. Písala, písala, que no hay tiza que resista los pasos de millares. Písala, písala, que tus pasos empujen, como el río crea cauces. Písala, písala, que la flor ama al fruto con certeza de antes. Písala, písala, porque esta justicia del derecho al tiempo, ya llega sobradamente tarde.
Buenos días,
Me encantaría mostrar el poema “Barricada del paréntesis” en 4ESO recitado en la presentación de mi área el día 14 pero no encuentro ningún video. ¿Te parece bien? ¿Podrías facilitarme un enlace?
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¡Qué ilusión! Muchas gracias 🙂 Pues de este no hay vídeo aún (siempre q hay vídeo lo cuelgo en el blog). ¿Te sirve algún otro que sí tenga vídeo? Si me dices qué buscas te puedo orientar.
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