‘La línea curva’, un poema sobre los futuros posibles

Este poema fue un encargo para el cierre del curso ‘La ciudad y la invención. Cultivando el sentido de lo posible. Encuentros entre arquitectura, antropología y arte‘, comisariado por Adolfo Estalella y Pablo Arboleda, con la colaboración de Tamara Arroyo y organizado por Intermediae. Fue un regalo actuar sobre la instalación ‘La Hoja‘ de FAHR 021.3, en Matadero (Madrid), el 4/6/2022. Os dejo la bibliografía (interesantísima) al final.

Lamentamos informarles
de que no hay camino al final
de esta línea recta
de la modernidad.

Cuánta seguridad da ir bien atado
a un coche que avanza sin dudarlo
por un camino recto, acelerando
cada vez más
cada vez más
cada vez más... cuerpos tirados
en el medio de la carretera
(qué manía con entorpecerme el paso).
Pero seguimos avanzando, señores.
¡El progreso es imparable!
Seguimos avanzando, señores.
¡Tonto el último, a la carrera!

Lamentamos informarles
de que no hay camino al final
de esta línea recta.

Pero cuánta seguridad da ir bien atado,
cuánta seguridad da ir bien atado,
cuánta seguridad da ir bien atado,
(si me entra ansiedad, siempre puedo mirar el móvil),
cuánta seguridad da ir bien atado,
Darwin diciendo: "no mires los cuerpos;
los fuertes 
atropellam-"

.

Pero la vulnerabilidad
de bajarnos.
Bajarnos.

Bajo el asfalto, la playa,
bajo el asfalto, la huerta,1
bajo el asfalto que grita, un silencio que preña,
bajar a la calle,
mirar a las gentes,
dejar de ser espejos del reflejo dominante,
reconocernos
más libres por más inciertes.

We've come this fast for a reason.
We've come this far for a reason.
It's so we could slow down and dream.
Dream. Dream. Dream.
What livable means.
Dream. Dream. Dream.
For how many? For all?
Dream. Dream. Dream.
Forget what was. Forget what is. What could be?
Dream. Dream. Dream.
If you weren't sleep-deprived, how far would you dare to 
dream? Dream. Dream.2
What needs to be dismantled
What needs to be questioned to its core
wounded by invention
so the dream can co-exist
with the possible:
sharpen 
your dreaming skills.

Estamos juntes aquí
por un no conformarse con lo ya relatado:
preguntas-cuchillo para rasgar la pantalla
donde hay una distopía proyectada.

·

Oficina de Certificación de Futuros Posibles, ¿dígame? 
A ver, sí, pide usted los requisitos a futuro posible, ¿corto plazo o medio plazo?
No, a largo plazo me sale la pantalla en negro. Vamos a poner medio plazo, ¿vale, guapa?
A ver, es muy sencillo: hay un test de medición para comprobar que el candidato va a parecerse suficientemente al presente, es así tipo las 7 diferencias del periódico, ¿sabes? Sí, este test te lo descargas de la web en pdf.
Y luego, antes de poder certificarlo como Futuro Posible, está la Off-Limits Declaration, que es, pues eso, para verificar que no se cruzan líneas rojas, ¿sabes? Tipo: que no redefina nuestro concepto de verdad, que no toque la propiedad privada, antropocentrismo; pues eso, lo normal, ¿sabes?
Ya. Mmhm. Mmhm. Uy, por lo que me cuentas, lo veo dificilillo, eh. Veo como mucha inventiva, ¿eh? No, no, si suena muy bien, pero como para certificarlo… Mira, vamos a hacer una cosa: te paso con el Dpto. de Ciencia Ficción y Utopías, que ahí no tienen ningún requisito... Así, como más artístico.
Manténgase a la espera.

·

Cuando el pronóstico huele a esta mezcla
de desigualdad creciente
en planeta inundado;
cuando el pronóstico huele,
francamente,
a mierda;
ir contra todo pronóstico
mirar contra todo pronóstico
inventar contra todo pronóstico
(¿pronóstico de quién? ¿a quién sirve
que olvidemos cómo se sueña?):
la creatividad, adorno de pocos,
es la patria valiente para todes.

Shit
must
stop.

Porque está aquí la ciudad llena de intersticios
que buscan ser nombrados
para, así, reconocerse
amplios como un canal de parto.

El socavón es río,
pero hay que relatarlo.

Seamos la nieve no perpetua
que baja al valle para nutrir los ríos,
ensanchándolos
(hay que encontrar el intersticio),
y derramarnos, irregulares, 
hagámonos
afluentes de quienes ya rompieron la uniformidad del suelo.
Afuera dirán sequía.
Nosotres seguiremos siendo nieve
no perpetua, que se ablanda, que baja.

Madrid tiene nombre de Matrioshka
abriéndose siempre
para rebelarse otra y más pequeña:
¿qué preguntas abren 
las Matrioshkas más pequeñas
que la ciudad esconde
simplemente
porque nadie 
las enseña?

·

—Excuse me, is this the right way to the answers?
—Yes! Pick a problem
small enough
to fit within your method.
Hundirle en el peor de los casos la flecha de la hipótesis3.

We wanted to set the world in stone
but the stones were grains of sand
left outside
the hourglass.

Come play
with the sand
accepting it will move
accepting it will dance
to music never written,
as unscripted
as life.

·

The extent of the revolution
to stop perceiving each other as separate.
—How do we take others seriously?
—There are no others.4

Imagina una imaginación
bebiendo de cada experimento
de cómo vivir:
el cómo vivir expandiéndose
fuera de lo trillado y conocido,
cada línea tirando
del habitar colectivo
hasta que quepamos todes
en los mundos comunes,
hasta desdibujar la obstinada promesa del colapso.
Contra el puntillismo de la sociedad líquida,
el dibujo que sale al unir los puntos.
Contenidas en esas líneas
las incómodas salidas 
a todos los laberintos.
Aquí, en Matadero, hoy, 57
puntos dibujando
1.596 posibles líneas.
Hasta dibujar otros viajes
otros destinos
otras ciudades
cómo habitar juntes
relatando los márgenes
devolverle a más mundos
lo posible:
la médula de la vida desplegada
vertebrada de esperanza.

La esperanza tiene forma de pregunta
(Se cierran las puertas)
Pero la esperanza tiene forma de pregunta
(Dicen que se cierran las puertas)
Pero la esperanza tiene forma de pregunta
(Dicen que se sabe que están cerradas las puertas)
Pero la esperanza tiene forma de pregunta
(Dicen que se saben las respuestas)
Pero la esperanza tiene forma de pregunta
Hay preguntas nuevas esperando ser abiertas

El futuro no es una línea recta:
se curva
porque tiene forma de pregunta.

1: El colectivo de agroecología urbana BAH (Bajo el Asfalto está la Huerta) tomó la frase «Sous les pavés, la plage!» («¡Bajo los adoquines, hay una playa!») del movimiento de protesta estudiantil de mayo del 1968.

2: The Nap Ministry tiene una perspectiva rompedora e interesantísima sobre el descanso y el sueño como estrategias de resistencia al capitalismo colonial.

3: Esta frase está tomada íntegramente de Prosa del observatorio de Julio Cortázar.

4: Ramana Maharshi, religioso hinduista, contestó «There are no others» («No existen otrxs») a la pregunta: «How are we supposed to treat others?» («¿Cómo deberíamos tratar a otrxs?»).

Bibliografía:
– de la Cadena, Marisol. Earth-Beings: Ecologies of Practise across Andean Worlds. Duke University Press y esta entrevista a la autora
– Estalella, Adolfo y Sánchez Criado, Tomás. ‘The ethnographic invention’ en xcol.org
– Ingold, Tim. Anthopology: Why It Matters. Polity Press.
– Law, John. After Method: mess in social science research. Routledge.
– Paz, Octavio. ‘Más allá del amor’ en Libertad bajo palabra. Cátedra.
– Savransky, Martin. The Adventure of Relevance: An Ethics of Social Inquiry. Macmillan.
– Wilkie, Alex; Savransky, Martin y Rosengarten, Marsha. Speculative Research: The Lure of Possible Futures. Routledge.
-… y las conversaciones con Adolfo Estalella, quien me facilitó casi todas estas referencias.

2.ª edición de ‘Viaje de vuelta’

2.ª edición Viaje de vuelta

Escuchamos al sistema y eso nos alejó de nuestra verdad y de lo colectivo. Este doble poemario explora (y celebra) los pasos de ese viaje de retorno a casa.

¿Doble poemario?

Este es un libro con 2 portadas y 0 contraportadas. Si lo abres en uno de sus lados, encontrarás Viaje de vuelta al Yo. Si lo giras y lo abres por el otro lado, encontrarás el Viaje de vuelta al Nosotras.

Ambos poemarios se encuentran en el centro del libro con una obra de la artista visual Laia Noal que puede leerse de arriba abajo o de abajo arriba.

La obra de la artista Laia Noal que une ambos poemarios.

La razón de este doble viaje, hacia adentro para sanar las heridas y volver a nuestra verdad, pero también hacia lo colectivo para cuestionar las desigualdades que nos atraviesan, es simple: no basta con hacernos fuertes, hay que hacernos juntas. Y al revés: no basta con politizarnos por fuera si no hemos ‘descolonizado’ nuestra voz interior.

Viaje de vuelta al Yo

Este lado del poemario está dedicado «A todas las personas que callaron su verdad, creyendo que parecer normales las salvaría. Y no se salvaron». El arte de la portada es de Paola Becerra.

El viaje empieza con la nostalgia del propio cuerpo, al que abandonamos para sobrevivir en una cultura que quiere vivir solo en la cabeza. Sigue con el reconocimiento de la tristeza, el miedo, la rabia… en sus múltiples capas. Pasa por la pregunta de quiénes somos más allá de nuestros monstruos, y culmina, como no podía ser de otra manera, con el amor a unx mismx y a todxs las que fuimos.

Viaje de vuelta al Nosotras

En el Viaje de vuelta al Nosotras el mapa son las demás, la sororidad, el juntarse tras haber escuchado un individualismo que nos aniquila. La fotografía de portada, obra de Verónica Ramilo, lo refleja perfectamente.

Este viaje empieza con ‘No importa en qué bosque’, dedicado a las personas que han sufrido una pérdida inesperada e inexplicable, ante la que solo podemos decir «Estoy aquí». Sigue explorando el rol de las emociones en la opresión, desde la caza de brujas hasta la sociedad líquida, usando la ironía y el humor, pero también la compasión y la rabia, para cuestionar las bases mismas de nuestra cultura y su definición de qué nos hace humanas.

¿2.ª edición?

Si me conoces desde hace tiempo, ya sabes qué sorpresas trajo la 1.ª edición. Coincido con le poeta Andrea Gibson cuando dice:

«No escribo sobre donde estoy, sino sobre donde me gustaría estar».

Es decir, escribo los procesos que vivo, pero también los que aún no he terminado. Las vivencias y lecturas de 2019-2022 me han llevado a crear nuevos poemas que siguen explorando etapas de estos mismos viajes, tanto hacia el Yo como hacia el Nosotras. Así que la 2.ª edición incluye todos los poemas de la 1.ª, añadiendo 3 poemas a Viaje de vuelta al Yo y 5 poemas al Nosotras, además de una sorpresa que no os revelo todavía…

¡…y ya están aquí!

Mi alegría al recibir 400 copias en casa 🙂

Como es un libro autoeditado, la distribución fácil sería Amazon, conocida por sus prácticas antisindicales y la explotación de su personal de almacenes. No me siento cómoda con eso, de forma que la distribución la hace libelista.com, que apoya las librerías de barrio. Puedes pedirlo en tu librería o en la web de libelista con opción a recogerlo en tu librería favorita o recibirlo en casa, pero no será en 24 horas, sinó 4-7 días. La economía que respeta los derechos no funciona así, y es un gesto de humanidad adaptarnos también como clientxs.

En la medida en que mi energía lo permita, iré haciendo presentaciones en distintas ciudades y avisándolo en redes. Tanto si nos vemos en una de ellas como si no, espero que disfrutes tu viaje.

L’euga de la ràbia

Escribí este poema en catalán. Si alguna palabra se te escapa, puedes leer mi traducción al castellano aquí.

Em van dir 
que no existies.
Però tu vas insistir.

Llavors em van dir
que eres massa salvatge,
un perill
per a mi i pels altres.
Els altres.
Però tu vas veure el món
amarat de danys reparables
i vas insistir.
La injustícia és, al capdavall,
el teu farratge.

A la infància van venir a posar-te tanques
que no tancaven prou. 
Llavors em van dir que graduar-se
en categoria femenina
implicava comprar-te una gàbia-estable. 
Molt estable.
Vaig confiar que em protegiria
seguir el dictat dels qui no em protegien
i
bona nena,
bona nena,
mai s’enfada,
bona nena, 
bona nena,
tot ho aguanta,
bona nena,
bona nena,
i, ja amb vint-i-quatre
la meva primera classe
de 1er d’ESO, al Bon Pastor, un divendres a la tarda
desbocada com vint-i-nou
cavalls salvatges
mentre la primera fila, astorada,
se m’encarava:
“Pero, profe, ¡enfádate!
¡enfádate…!”.

Jo,
paralitzada
preguntant-me
per primer cop
si m’havien venut clau pel teu estable.

Va ser el mateix any
que, parlant amb ma germana,
vam entendre que el substantiu abús
i l’adjectiu sexual
sí descrivien
la nostra infància.

Si no t’haguessin tancat,
euga de la ràbia,
les teves ferradures haurien estat muralla
del castell de la innocència intacta.
I és que el poder farà curses contra els nostres peus descalços
i ens culparà per haver-les perdut
perquè saben
com n’és de ràpida, l’euga de la ràbia.
Que s’obrin tots 
els estables.
Germana, enfada’t, puja, puja
a l’euga de la ràbia.
De la vall de la víctima
les supervivents en fem muntanya.

Germana, conqueriràs la vida
que la por va arrabassar-te,
ja no serem la llàgrima
sense el crit,
els nostres cossos deixaran
d’estar sempre encongits,
ocuparem molt més espai,
deixarem de ser replec per omplir l’ànima,
passejarem la por tan lluny
que ja no sabrà com tornar a casa,
l’amor acaronarà
els nostres cossos segurs,
riurem fort amb els mateixos músculs
que havíem tensat.

Germanes: 
pugem, pugem a l’euga de la ràbia,
que la injustícia deixi de ser gàbia
per tornar a ser farratge;
pugem, pugem, lliures, intactes,
les bones nenes van al cel perquè moren,
les dones lliures
cavalquen.

Common ground, a poem for the 7th MUFPP Global Forum 2021

This poem was commissioned by the Ajuntament de Barcelona for the Closing Plenary of the 7th Milan Urban Food Policy Pact Forum, held in Barcelona on October 21st, 2021.
My main sources for the poem were, among others, Carolyn Steel’s book ‘Sitopia: How Food can Change the World’ and the Barcelona Sustainable Food Manual for Cities.

Chapter 1: the Garden of Eden

If we took the whole of human History 
up until this very moment
and compressed it
into 24 hours, one day,
we would have discovered agriculture
at 11
pm.
The industrial revolution would have taken place
1 minute ago, at 11:59 pm.



Our mode of life
is a historical anomaly.


If the Biblical God condemned Adam and Eve to farming
(<<by the sweat of your brow you shall eat your bread>>),
then
was the garden of Eden the long era of hunter-gatherers?

Chapter 2: Parasites

Ever wished for a world without insects, after an ant attack on your kitchen or that mosquito bite on your tiny toe? 
I have.

Yet in a world without insects, 
us humans would die in months. 

The tiny monsters are the life-spreading pollinators, 
as well as a ubiquitous compost-making squad. 

Insects also 
feed the birds. 

40% of bird species are in decline,
tail-spinning into loss.

Fish 
have existed for 480,000,000 years.
Long before we came along.
Yet in the last 40 years
we have slashed marine populations
in half.

We are pushing the meteorite. And the meteorite is industrial agriculture.

And I wish in exchange for cheap, unhealthy food we were just losing beauty, or companionship, or diversity, or meaning when we lose a species or two. 
The problem is
when we started building our own decks of cards to gamble with,
we forgot the cards were building a giant, complex house
we stand in,
yet not fully comprehend.
Our house is a house of cards.
Invisible threads binding all species together
and us with all species.
Every card
we remove
makes other cards follow suit.
And, man, are we removing cards fast!
3 species every hour.
Covid just another of… how many?
sets of cards crumbling over our heads,
because we keep disrupting a balance
we don’t understand.

We scream blindly yet we
can’t speak the Earth’s language yet.
My generation is wondering
whether to have children at all.
My teenage students are terrified
about whether they’ll get to grow old.

Will we ever learn, Mother,
to listen to your rhythms;
our lives beating too fast
for us to hear your whisper?

At the end of the human story,
Hercules discovers he is still
mortal.
We are not Gods.
We are not Gods. 
We omnivorous mammals.
We don’t produce the food. The machines don’t produce the food.
The Earth does.
We have hijacked and twisted our own 
umbilical cord
as if we weren’t connected to it.
We still live in the Mother: the atmosphere
we breathe from, layers of a womb
protecting us.

What big-headed parasite
can claim to be separate 
from its victim and source of food?
Chapter 3: Fairies

Supermarkets
are effectively supplied
every day
by an army
of magical fairies.

All the farms in the world are like Old McDonald’s: 
with a moo-moo here 
and a cluck-cluck there
Ee i ee i o!

Yeah. 
I mean, why let the ugly side of food 
pro-duc-tion
pro-cess-ing
trans-por-ta-tion...
get in the way of
	                           consumption?
Ssssh.
Let the consumer believe
it is all done by fairies.
Yes...
Fairies grow your food
and don’t need  social security.


The back kitchen our food comes from
is not rurality any more —
it’s poverty.

The ‘fairies’ are not 
invited to the table
they provided for.

A living wage is too much freedom
when the work being offered
is only fit for a slave.
Chapter 4: “the Market Will Take Care of Itself”

Recipe for maximum profit:
- low cost ingredients
 from industrial farming,
- long shelf life for convenience & long-distance transport

- craving-inducing additives
 (make it addicktive)
- evade responsibility (and taxes, where possible)
- aggressive marketing!

Thank you. We truly are a success.
Global sales of ultraprocessed foods 
have risen 43.7% in the last 13 years.

I see a bright future
of insulin-dependent children
against a backdrop of desertified land
that used to be
a monocrop.

If you factored everything in, like the environment and stuff, the true cost of a burger would be $200. And we’re paying $0.10!
Talk about a good deal, huh.
Meanwhile, 1 in every 5 euros spent on the Spanish public health system
is for treating food-related illnesses.
I bet the taxpayers are delighted at having to pay
to clear our mess.
Chapter 5: the Apology Letter

Last month
a twelve-year-old 
this tall,
a student of mine,
had to write an apology letter
to a girl
whose breakfast he had stolen 
for the third time.

‘Where’s your breakfast?’, I ask.
He’s gone into the habit of eating his mid-morning snack
way before the break.
On Tuesdays and Thursdays, at the subsidized school canteen, he loots the bread.

I call in his mum,
she’s very punctual
very composed
until I bring up
the food issue.
She breaks down 
in tears of undeserved shame
confesses 
even eggs are outside her price range
mother and teenage son share a room:
she
is poor.

And I wonder who
should write an apology letter
to whom.
Chapter 6: Common Ground

In the playground, as a kid,
when the rough boys kicked the heavy ball high
I used to believe if I closed my eyes
hard enough
the ball would not hit me.

But of course it did.
It so painful to look at the facts
with open eyes:
how deep the global cut is bleeding,
how bad the infection inside it can be;
the future holding its breath
but we must dare to see.

Well-informed hope
is not for the faint of heart.
So here we are.

May we be strong enough
to face the facts,
embrace the facts;
may our eyes and hearts
be open as they are hit.
Here we are.

At the end of the Barcelona Forum,
10 days away from Glasgow,
here we are.
Helping the wound crack
to let the light shine.
It’s always darkest before dawn.
And that’s why
there’s so much work to be done.

Dear brave cities challenging the past
to write a different future:
in this room 
or online,
together, 
we are standing
over fertile
common ground.

Benjamina

Este poema fue inspirado por la jornada Las mujeres en la prehistoria. El origen de la humanidad.

Si la historia de la Humanidad
hasta hoy
durara las veinticuatro horas de un día,
habríamos descubierto la agricultura a las once y media de la noche.
Haría solo un minuto
que la electricidad agujerea el manto oscuro
que puntean la Luna y las estrellas.

Precisamente por eso,
cuando sientes miedo, tu sangre va a tus piernas
en vez de a tu cerebro:
estuvimos veintitrés horas corriendo
cuando el peligro, real,
eran fieras.

Precisamente por eso
es una horca en el centro del estómago
cualquier rechazo:
solo dentro de la tribu
dejábamos fuera a la muerte.

Hace quinientos treinta mil años,
en la primera hora del día humano,
una mujer parió una bebé
con craneosinostosis:
el cráneo y la cara deformes;
no debió de poder andar
ni hablar
ni ser
útil.

Sin embargo, esa tribu de Atapuerca
cuidó de esa bebé
inútil
y dependiente,
consiguiendo que viviera
hasta los diez años de edad.

La arqueóloga que descubrió
su peculiar cráneo
la llamó Benjamina,
que significa: “la más querida”,
porque solo el amor
explica que nuestras antepasadas
recolectaran, pescaran y cazaran,
desparasitaran, acunaran y amamantaran
a una boca más
que ni recolectaba, ni pescaba, ni cazaba.

La tribu de Benjamina
hace medio millón de años
le vio sentido a algo
que dejaría de tenerlo
para Thomas Hobbes en el siglo XVI
(o lo que es lo mismo,
a las once y cincuenta y nueve minutos
de la noche).

Y es que en el último minuto se ha insistido mucho
en aquello de: homo
homini
lupus,
el hombre como depredador de otro hombre,
el egoísmo de pocos
para el rebranding de lo humano,
como si todo ese amor que llevamos dentro
no fuera parte de tu, mi, nuestra
Naturaleza:

que tú y yo estemos hoy aquí,
con nuestros genes como escaleras a la Historia,
resultado de la improbabilidad
de 26.500 cópulas
y la hazaña peligrosa
de 26.500 partos,
cada persona viva ahora
piedra preciosa de 53.000
supervivencias en cadena,
la vida terca abriéndose paso
como el río agujerea al fin la piedra,
no es milagro.


Es medio millón de años de cuidados.

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El cuarto lado del triángulo

Hace doscientos cuatro años
Robert Owen se horrorizó de que los obreros trabajaran
jornadas de dieciocho horas
y propuso la actual / actual \ actual
jornada de 8 horas:
8 horas para trabajar / 8 horas para dormir \ 8 horas para el ocio.

Su propuesta se aprobaría en España ciento dos años después,
hace ciento dos años,
tras 44 días de huelga
de la CNT.

Hoy tenemos aquí a Caroline Dale,
esposa de Robert Owen,
madre de sus 8 hijos 
e hijas.
Güelcome, Caroline.

          Thank you.

Caroline, guat du yu think
abaut thous eight hauers 
for ricrieishon?

          ‘Well, so much depends upon
          una esposa-Sísifo levantando la vida
          por las cuestas de la alimentación y la higiene
          para encontrarse, nuevamente,
          empty stomachs and dirty underwear,
          crying babies and smelly bed sheets.’

Vaya.

          Yes. El triángulo perfecto
          era just for men:
          nosotras, a cambio de love and protection
          no contábamos horas de trabajo
          para que nuestros husbands pudieran tener
          eight hours labour / eight hours rest \ eight hours recreation.

          I am a wife and a mother.
          Taking care of my eight children
          is an act of love.
          There’s no work involved.
          It is not political.
          It is not political.
          It is not political.

Según un estudio alemán de 2014
las horas de sueño son directamente proporcionales
a la clase social.
Porque hay quien sí puede comprar el cuidado.
Porque el dinero permite
(igual que antes estar casado)
saltarse el cuarto lado
del triángulo.

Pero escuchemos las conclusiones
de la Encuesta Nacional de Salud en España de 2017:
“Todos los indicadores de morbilidad neuropsiquiátrica en adultos 
mostraron un gradiente según la posición socioeconómica, 
más profundo en mujeres. 
Esta mayor morbilidad en mujeres y en las clases bajas se refleja perfectamente
en el consumo de psicofármacos 
pero no así en el uso y acceso 
a los servicios de salud
mental.”
   
Si ya hace 16 años que el suicidio mata más 
que los accidentes de tráfico
y por todas partes hay señales y radares para que no se te ocurra ir a más de ciento veinte
kilómetros por hora / hora \ hora;
¿a qué esperamos 
para corregir el error de cálculo
que obvió que existe el trabajo de cuidados,
ese cuarto lado del triángulo?
Dejemos de decir “és que no m’ho atrapo”,
de buscar individualmente la causa del cansancio:
lo llaman “conciliación” como si la vida y el trabajo estuvieran ligeramente enfadados
pero la maestra pudiera llevarlos a un rincón tranquilo del patio
donde decirse “Perdón” y estrecharse las manos.
Dejémonos de fantasías de “necesito días
de veinticinco..., no, mejor ¡de treinta horas!”,
porque ojalá el mercado nunca pueda
decidir la duración de la rotación de la Tierra.

Mirémonos a los ojos
en los pasillos del metro en hora punta:
no somos la secuela 
de the walking dead 
sino de los cálculos
de hombres que no hacían nada en casa.
No puede ser equilátero
porque nunca | nunca | nunca | nunca
fue triángulo.

Imaginemos qué posibles
nos han estado esperando
al otro lado de este cansancio.

Entendamos por fin las matemáticas
de cuidar de la vida y de vivirla:
8 horas para soñar durmiendo
dejan 16 para, despiertas,
repartir entre los trabajos
del dinero y de la vida
y ese tan necesario 
rascarnos la barriga
y lo que nos salga
del cuadrilátero.

Cómo culpar a la víctima (Manual en 6 sencillos pasos)

Este texto aparece en el poemario ‘Viaje de Vuelta’, que podéis comprar aquí.

Paso 1: Negar la desigualdad

 A ver, los que compran de 2ª mano. No, chata. Si es por rollo vintage, te quedas donde estás. 
Los que compran de 2ª mano por necesidad, ¿sí?. 
Esos, vale.  ¿Veis esa rayita? Pues detrás.
 El complemento por rebuscar basuras funciona 
exactamente igual: 
por moda os quedáis donde estáis, 
por necesidad, detrás de la rayita.
 
 ¿Ya están todas repartidas?
 Vale, os hemos repartido unas muestras de pantone. 
Os lo hemos dejado todo 
bien señalizadito, eh, para que sepáis 
exactamente 
dónde tenéis que ir.  
Y no se vale mirárselo con la palma de la mano, eh, 
que nos conocemos. El pantone 
se mira 
en el dorso.

 Recordad 
que las plazas para discapacitados 
están más al fondo, 
junto a las de los trans 
que se les nota. 
Va, chatos, 
que os va a tocar bajar de un momento a otro.
 Una vez estamos en nuestra zona, 
nos vamos a ordenar por tipo de cuerpo.  
 Ok, nadie se mueve, me dicen que ya bajáis... ¡buen viaje a todos!

 

Paso 2: Negar la agresión

 En el medio del incendio
 coloca a un equipo entero de natación sincronizada.
 Así, muy bien.
 
 
 En el medio del incendio
 'I'm singing in the rain, what a glorious day!'
  
 Negar la agre

 Negar la ag
 la agri
 agr
 ag
 
 
 Aquí no ha pasado nada.
 Aquí no ha pasado nada.
 Aquí no ha pasado nada.

Paso 3. Normalizar la agresión

 Y si hubiera pasado algo,
 oye, chica,
 nadie ha muerto de eso. 

Paso 4. Poner en duda
la realidad de la víctima

 Requiere el mismo esfuerzo
 subir un tobogán
 que bajarlo.
  
 A ver, eso lo sabe todo el mundo.
 
 Lo que pasa es que eres una exagerada.
 Todo te lo tomas a mal.
 Que no es por llamarte histérica,
 pero, sinceramente,
 esto está solo en tu cabeza
 esto está solo en tu cabeza
 esto está solo en tu cabeza
 estás sola en tu cabeza
 estás sola en tu cabeza
 sola
 con tu cabeza.
 
 
 Cuando todo el mundo baila
 al compás del silencio
 es fácil que quien oye
 termine creyéndose sorda. 

Paso 5. Burlarse de los síntomas
que las víctimas de la desigualdad y la agresión
tienen
como consec

 ¡¿Cómo, que no te sabes la coreo?! 

Paso 6. Culpar a las víctimas
de los síntomas

 Ya sabemos que toca nadar.
 Es que algunes tienen incendio en vez de agua.
 No es que sea cruel la desigualdad:
 es que tu agua existe gracias al incendio
 de aquellxs a quienes mandas nadar.  
 Es que hay tantas
 existencias cuyo existir es resistencia,
 que el mero seguir viviendo  
 entre demasiado incendio
 ya tiene  
 un invisible
 mérito. 

Barricada del paréntesis

«Diez minutos no son sólo una sexta parte de un salario por hora; una fracción de diez minutos es un pedazo de ti mismo».

Ingvar Kamprad, fundador de Ikea
Interceptar el cielo.
Obviar los espacios vacíos.
(Total, no son.)
Llenarlo todo.
El póstumo sopor de los ahorcados
que cuelgan de sus vidas.
Volar siempre hacia arriba.
Callar el peso.
Eximir los daños.
Ofrecer la otra
cuella.

Llamar a la esclavitud, trabajo,
la oportunidad de mi vida,
ver en el descanso un pequeño
                                                                  egoísmo,

como un libro perdonando a un árbol.

Presumir de yugo. Comparar grilletes.
Ganar
cuando alguien pierde.

Y un marzo no cualquiera, de repente,
que esta alma recién mía no me quepa
en esta recién mía cuerpa,
porque recién mío tiempo;
la alegría de la estenotipia rompiendo
el foco helado del silencio
como charco en forma de corona.

Volver
a ese ver a dios(as) en todas las cosas,
hacer barricada del paréntesis,
ay, sí,
amaneció mientras corríamos en el metro
de lunes a viernes
de lunes a viernes
de lunes a viernes
(¿por qué es ganar
cuando alguien pierde?)
arbeit: trabajo, profanación del cuerpo;
macht frei: os hará libres, libres ¿de qué?

Quedarse adentro y encontrar
en mí, los latifundios
del pensamiento único,
en mí, los australes
incendios incontrolables,
en mí, el fracking tirando de sueños para aguantar despierta;
tanto equilibrio deshecho,
tanta migración forzada,
tantas especies muertas;
mi mente creyéndose cap-i-tal
y plusvalía y fuerza de trabajo;
la precariedad, el verso suelto de la cadena trófica.

Pero la Tierra mirándome
no sé si como madre, como hija,
como abuela o rehén.

¿Ser útil?
¿A quién?

Tocar el volumen del tiempo recién propio
(cómo pesa en las manos cual cachorro caliente),
aprender
a conjugarlo
pronominalmente:

yo me tiempo
tú te tiempas
él se tiempa
nosotrxs

¡ay!, nosotrxs

no mártires, no sacríficies, no salvádores
de los abismos de la marca. ¡No!

Donde tocamos un muro,
había tan solo dibujada una línea.

Písala, písala,
que no hay tiza que resista los pasos de millares.
Písala, písala,
que tus pasos empujen, como el río crea cauces.
Písala, písala,
que la flor ama al fruto con certeza de antes.

Písala, písala,
porque esta justicia del derecho al tiempo,
ya llega sobradamente
tarde.

Entrevista en ‘La Poesía No Hace Rehenes’

La entrevista completa en Spotify

Hablar de poesía y de mí misma, ¡dos de mis temas favoritos…! Vale, bromas aparte: el poeta Manu Arpé preparó algunas preguntas bomba y jugamos a aventurarnos por senderos como los siguientes:

  • 1:36 Por qué escribo (y cómo llegué al slam)
  • 4:12 La poesía como herramienta de transformación social
  • 5:42 La poesía como herramienta de transformación personal
  • 6:58 Las mujeres en la literatura
  • 29:40 ¿Qué es poesía?
  • 33:17 La importancia de la edición en el proceso de escritura

Al final de la entrevista (36:09) estrené el poema ‘Por las grietas’, que podréis leer aquí.

También podéis escuchar el podcast en YouTube.

Por las grietas

La pregunta
no es si oyes
voces
(todes oímos voces).

La pregunta es cuánto silencio
hay entre las voces.
La pregunta es si están cómodas
dentro de tu cuerpo;
si conseguiste entrevistarlas a todas
mientras el resto guardaban silencio.

La pregunta es si las voces están sentadas
en sillas cómodas, dignas,
de Parlamento.
La pregunta es si saben encender y apagar el micrófono
y si todas tienen micrófono.
¿Hay suficientes cojines
para que no se hundan en sus sillas
las voces pequeñitas?
¿Qué voces cuentan
fake news sobre ti misma,
lxs demás
o el mundo?

Intento fallido de ser piedra:
yo también externalicé los servicios
de seguridad y de control
de mi Parlamento interno.
Pero reventaron mis cárceles
de presos políticos.
El cerebro no es un Gran Hermano del cuerpo.
Hay derecho a escucharnos dentro.
(Y por suerte ha habido un Santiago Carrillo
para cada uno
de mis Tejeros.)

La voz que ahora escucháis, de mi cuerpo a vuestros cuerpos
y tiene armónicos
porque mis voces de adentro
no están siempre de acuerdo.

Por las grietas nos reconocerán.

Y verás, en mi Parlamento
hay demasiadas voces
como para retransmitir en directo
lo que el mundo de afuera dice
a cada puto momento.

La pregunta que yo realmente tengo
es ¿de dónde sacar el tiempo
para escucharlas a todas
si la jornada laboral
es de cuarenta horas?

Es que la vida llueve demasiado
para ser redondas piedras.
Venimos del barro,
hijxs de las grietas.

Cual monolitos de silencio

estuvimos sosteniendo
la casa ajena, el edificio
del cerdito mayor
ordenándonos ser piedras.

La salud mental no es no oír voces.
Es tener el privilegio

del espacio y el tiempo
para entenderlas.

‘L’esquerda’ (La Grieta), escultura de la artista Laia Noal.
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